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viernes, 31 de julio de 2015

TEMA PRINCIPAL 18-07-2015

8 preguntas básicas para entender lo que pasa en Grecia… y sus consecuencias


El gobierno griego les propuso a sus acreedores internacionales un plan de recortes que incluya una fuerte subida de impuestos y recortes de pensiones para asegurar un nuevo rescate financiero de más de 53.000 millones de euros.
La propuesta, que será sometida a una cumbre de la Unión Europea el domingo, llega después del rechazo en referendo a la de la "Troika" conformada por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
Con 100% de los votos contados, el 61% de los electores en Grecia votaron por él “No" a los ajustes exigidos por la Troika.
Pero después de varios días de conversaciones con sus socios de la eurozona, el gobierno de Alexis Tsipras ahora parece dispuesto a ceder.
Nada, sin embargo, está definido aún.
Con el futuro de Grecia todavía en la balanza, BBC Mundo les presenta esta guía entender la crisis griega a través de ocho preguntas fundamentales.

1. ¿Cuál es la causa de la crisis griega?

La base de la crisis griega es una deuda de aproximadamente 320.000 millones de euros (unos US$358.000 millones), que el país simplemente no está en condiciones de pagar.
La explicación más simple para la misma es que durante muchos años el país estuvo gastando más dinero del que producía y financiando ese gasto a través de préstamos.
El déficit del sector público y los niveles de endeudamiento de Grecia están muy por encima de los límites acordados por los países miembros de la zona euro.
Grecia ya hacía eso antes de adoptar el euro. Y la llegada de la moneda común en 2001 no cambió las cosas, como en teoría debía suceder.
El gasto público, por ejemplo, aumentó un 50% entre 1999 y 2007, mucho más que en otros países de la eurozona.
Y sumado a problemas de corrupción y evasión fiscal, reconocidos por la propia Grecia, esto terminó provocando un déficit muy superior al 3% del PIB contemplado en las reglas de moneda común.
Préstamos no declarados a la eurozona, por su parte, también llevaron a que la deuda excediera significativamente el 60% acordado como límite por los países de la eurozona: actualmente se estima en 177% del PIB.

El problema, sin embargo, solo se volvió urgente cuando la crisis financiera global limitó el acceso griego al crédito, lo que motivó la intervención de los otros países de la eurozona temerosos del impacto de una cesación de pagos odefault.
Aunque, para muchos economistas, las medidas de austeridad impuestas como condición para financiar un rescate financiero terminaron agravando la situación.

2. ¿Qué se ha estado haciendo para salir de la crisis?

El primer paquete de ayuda financiera a Grecia fue aprobado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional en mayo de 2010.
En ese momento se pusieron a disposición del gobierno griego 110.000 millones de euros (unos US$120.000 millones) para que honrara sus compromisos con sus acreedores, en ese momento en su mayoría bancos privados de la región.
Los préstamos ofrecidos a Grecia están vinculados a medidas de austeridad bastante impopulares entre los helenos.
Pronto, sin embargo, se hizo evidente que ese monto no sería suficiente, por lo que un segundo rescate elevó la cifra total a 240.000 millones de euros.
Y, en ambos casos, como condición para facilitar el dinero se identificaron una serie de medidas de austeridad.
Estas han incluido drásticos recortes del gasto público, mayores impuestos y reformas al sistema de pensiones y el mercado laboral.
Pero el actual gobierno griego, que llegó al poder a inicios de año con una plataforma anti-austeridad, estuvo intentado renegociar algunas de esas condiciones de cara a un nuevo paquete de rescate financiero.
En su momento esto puso en crisis las negociaciones, las que llegaron a interrumpirse momentáneamente.
Pero en este momento Grecia parece dispuesta a aceptar la mayor parte de las condiciones de sus acreedores a cambio de unos 53.500 millones de euros adicionales y una reestructuración de su deuda original.

3. ¿Cuál ha sido el impacto de las medidas anticrisis? ¿Han funcionado?

Para saber si las medidas asociadas al rescate financiero han funcionado, primero hay que ponerse de acuerdo sobre el principal objetivo del mismo.
Si lo que se buscaba era proteger el euro, por ejemplo, entonces parecen estar funcionado. Aunque sólo sea por el momento.
Muchos sienten que las medidas impuestas a Grecia no tienen como principal consideración el futuro de sus ciudadanos, sino el del euro.
Efectivamente, los préstamos coordinados por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo han ayudado a reducir el impacto de la crisis griega sobre la moneda común.
Pero economistas de la talla de Paul Krugman y Joseph Stiglitz –ganadores del premio Nobel en 2008 y 2001, respectivamente– consideran que las medidas no han hecho nada por mejorar la situación o las perspectivas de Grecia.
De hecho, se estima que la economía griega se ha reducido en un 25% desde el inicio de los programas de austeridad, lo que ha acentuado su dependencia en créditos externos.
Y el impacto de las medidas sobre el pueblo griego ha sido brutal: su tasa de desempleo del 26% es la más alta de toda la Unión Europea y entre los jóvenes ya supera el 60%.
Ya son millones los ciudadanos griegos que están viviendo bajo la línea de pobreza.
El impacto de las medidas de austeridas sobre el pueblo griego ha sido brutal, llevando a muchos a la pobreza.
Esta situación fue, de hecho, lo que llevó al poder a Syriza, el partido que mejor supo recoger el descontento generado por las medidas de austeridad.
Y fueron los intentos del actual gobierno de izquierda por renegociar las condiciones los que llevaron la crisis a lo que parece ser –con el perdón de la redundancia– su momento más crítico.
O, al menos, a un momento de definición que podría tener importantes consecuencias para el futuro de la moneda común.

4. ¿Cuál es la situación actual?

El escenario más temido al inicio de la crisis –una cesación de pagos– empezó a hacerse realidad el pasado 30 de junio por la noche, cuando Grecia no hizo efectivos 1.500 millones de euros (US$1.780 millones aproximadamente) adeudados al FMI.

Grecia se convirtió así en el primer país desarrollado en entrar en mora con el FMI. Su impago ha sido el más grande en la historia del organismo multilateral, aunque técnicamente todavía no ha sido declarada en default.
Y el mismo martes 30, también se venció el programa de ayuda financiera, luego de que el gobierno griego no aceptara la última serie de condiciones de la Troika por considerarla "humillante".
Aunque ya antes el gobierno de Alexis Tsipras había anunciado que dejaría la decisión final en manos de la ciudadanía, para lo que convocó al referendo.
Los partidarios del "sí" aumentaron con la imposición de un corralito que limita lo qugriegos pueden sacar de los bancos.
La mayoría de los griegos –un 61% de los votantes– rechazó más medidas de austeridad.
Pero para evitar una descapitalización mayor de sus bancos el gobierno tuvo que imponer un "corralito financiero" que limita los retiros bancarios a un máximo de 60 euros diarios.
Y con el dinero a punto de acabarse, Grecia le terminó presentando a sus acreedores un nuevo plan de rescate que contempla la mayoría de las demandas rechazadas por la población.
Dicho plan pasará este viernes al parlamento griego para su votación. El sábado será estudiado por los ministros de Economía de la eurozona y el domingo será sometido a la cumbre de la Unión Europea.

5. ¿Cuáles son los puntos más contenciosos?

Originalmente, el gobierno griego solicitaba más tiempo para implementar lareforma del sistema de pensiones –una de las principales exigencias de sus acreedores– y pedía mantener excepciones para el cobro del IVA en sus islas, que son uno de los principales destinos turísticos del país.
Pero en su contrapropuesta del jueves 9 de julio, Tsipras terminó aceptando la mayoría de las condiciones de sus acreedores. Aunque también pide más.
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Así las cosas, el principal punto de contención en estos momentos parece ser la solicitud de reestructuración de la deuda hecha por Grecia.
Y muchos países también han dado a entender que no confían en la voluntad política del actual gobierno para implementar las reformas que demandan Bruselas y Berlín.
De hecho, para muchos las principales diferencias ya no son tanto técnicas sino políticas.
Antes del referendo algunos acusaban a los principales líderes de la eurozona de querer botar al gobierno de Tsipras para evitar que su postura anti austeridad contagie a otros países del bloque.
Y la voluntad para usar a Grecia como ejemplo para otros parece seguir dominando la negociación.

6. Y entonces, ¿sobre qué votaron los griegos?

La pregunta sometida a referendo fue tremendamente específica, redactada en un lenguaje bastante técnico, no particularmente fácil de comprender.
"¿Debe ser aceptado el acuerdo propuesto, que fue presentado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Euro grupo del 25.06.2015 y consiste de dos partes, las que constituyen su propuesta unificada?", se leía en la boleta, en la que luego se especificaban los títulos de los documentos en cuestión.
Y luego se ofrecían dos simples opciones: Sí o No.
Los puntos centrales de la propuesta ahora rechazada eran una ampliación de la base del IVA y una reducción drástica del número de personas que pueden optar a un retiro anticipado.
Y los acreedores también demandaban más acciones para reducir la evasión fiscal y acabar con la corrupción.
El gobierno griego, por su parte, sostenía que las demandas específicas de la troika además de poco efectivas eran humillantes y por lo tanto inaceptables.
Y para ellos la cuestión era mucho más simple: si los griegos debían seguir padeciendo más medidas de austeridad o noentre crecimiento económica o más austeridad.
Tsipras advirtió además que en caso de victoria del "Sí" respetaría la decisión de los griegos pero no se quedaría para implementar la propuesta del euro grupo.
Y la victoria del "No" no impidió la renuncia del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, quien dimitió para facilitar una nueva negociación.
Por su parte, los líderes europeos, empezando por Merkel, insistían en que la pregunta era otra, aunque igualmente sencilla.
Afirmaban que lo que los griegos debían decidir era si querían que su país siguiera siendo parte del euro o no.

7. ¿Es inevitable una salida del euro con la victoria del "No"?

Las concesiones que Tsipras está dispuesto a hacer a pesar de su victoria son la mejor prueba de que el gobierno griego no quiere abandonar la eurozona. Aunque las negociaciones todavía podrían fracasar.
Y, la verdad es que nadie sabe con certeza que pasaría en esa situación.
No existe ningún precedente de retiro de la moneda común y el mismo vicepresidente del Banco Central Europeo, Vitor Constancio, dijo en abril pasado que no había ninguna ley que ordenara la expulsión de la eurozona en caso de default.
Muchos creen que el futuro del euro y la Unión Europea están en juego en el referendo de Grecia.
Y en su momento el gobierno griego insinuó que podría iniciar procesos legales en caso de que los otros países de la eurozona intenten expulsarlo del club.
Sin embargo, si no existe voluntad política para mantener a Grecia en el euro, lo que digan las actuales leyes y reglamentos de la Unión Europea podría no importar.
Efectivamente, si el Banco Central Europeo decide detener completamente el crédito hacia Atenas, las autoridades griegas no tendrían más opción que empezar a imprimir su propia moneda para intentar mantener su economía funcionando.
Y el "Grexit", como se ha dado en llamar a la salida de Grecia del euro, sería una realidad.

8. ¿Cuáles serían las consecuencias de una salida griega del euro?

La UE ha estado trabajando duro para intentar aislar al euro y la euro zona de los problemas de Grecia y de una eventual salida de la moneda común.
En el fondo, casi todo depende de la voluntad política de los líderes europeos.
Pero el mismo FMI advirtió que "los riesgos y vulnerabilidades aún no han desaparecido" y es difícil predecir el comportamiento de los mercados si el escenario más temido por todos se hace realidad.
Una posibilidad es que los compradores de bonos de las naciones de la euro zona con más problemas empiecen a exigir pagos más altos para compensar los riesgos de su inversión.
Eso afectaría negativamente a la moneda europea y aumentaría la inestabilidad en países con un peso mayor en la economía global.
Y una Grecia insolvente implicaría importantes pérdidas de dinero para varios países europeos.

Además, también está el riesgo de un contagio político.
Efectivamente, si la salida del euro se muestra como una opción viable –e incluso beneficiosa para Grecia– otras naciones podrían verse tentadas a seguir el ejemplo.
Y eso podría poner en riesgo a la misma Unión Europea, que ha puesto a la moneda común en el centro de su proyecto de integración.
La salida del euro podría además forzar la salida de Grecia de la UE.
Pero, como sucede con muchos de los otros escenarios, todo dependerá de la voluntad política e imaginación que muestren los líderes europeos.
Este artículo fue escrito originalmente el 1ro de julio y modificado por última vez el 10 del mismo mes.

FUENTE: RedacciónBBC Mundo

            10 julio 2015

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