NUESTRA OPINION
EL MERCADO HAITIANO
Nuevamente
las autoridades haitianas hacen de las suyas en contra de nuestro país, la
republica dominicana, ahora se han inventado que 23 productos que entran en
forma ordinaria por la frontera
terrestre lo hagan por vía marítima o aérea.
Entre estos productos están el cemento gris, agua potable, pintura,
detergente en polvo, mantequilla de cocina, manteca, maíz molido, “snacks”,
galletas, tubos PVC entre otros, que deberán entrar por vía marítima o área,
esto encarecerá los costos de exportación de nuestras empresas y por
consiguiente el precio al consumidor haitiano.
Esta nueva medida de golpeo a nuestro
país, es una muestra de que los rencores
por la independencia dominicana hecha en 1844 persisten, el país ha hecho todo lo
posible para llevar una relaciones armoniosas con Haití, pero lamentablemente
no ha sido posible, hace falta que un gobierno
de republica dominicana se dé a respetar
con las relaciones dominico haitianas, solamente durante la tiranía de Trujillo
hubo niveles de respeto de los haitianos
para con nosotros y esto es muy penoso decirlo, que en gobiernos democráticos, Haití nos falte el respecto en
forma constante.
No
estamos auspiciando violencia, como argumentaran algunos, solo solicitamos a
nuestros gobernantes que asuman su responsabilidad de ejercer la soberanía
nacional, controlando el paso real de la frontera, eliminando consulados generadores de visas sin criterio y sin
control, hacer que se cumpla la ley de
inmigración como lo hacen todos los países del mundo que se respetan, a los
empresarios dominicanos les solicitamos también, que por ganarse los dólares y pesos que no
echen su dignidad de dominicano al piso , recuerden que son dominicanos
y solo en su país son ciudadanos de primera.
La
fundación gerencia en acción desea que haya relaciones respetuosas y confiables
y que las autoridades haitianas no sean tan irrespetuosas con el vecino que les
da la mano en sus momentos difíciles a pesar de ser golpeado cada vez que Haití
tiene oportunidad de hacerlo y no respondemos con la misma soberbia que ellos,
pero todo tiene un límite, hasta cuando, no lo sabemos.
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