A Matías Ramón Mella se le
reconoce como uno de los tres grandes próceres de la República Dominicana por
sus aportes al proceso independentista.
Matías Ramón (que, por error,
anteriormente se le llama Ramón Matías) nació el 25 de febrero de 1816 en la
ciudad de Santo Domingo, hijo de Antonio Mella y Álvarez y Francisca Castillo
Álvarez, creció y vivió, adquiriendo para su adolescencia y primera juventud
fama de hombre de valor. Se le reputaba como muy diestro en el uso de la espada
y el sable
El Patricio Matías
Ramón Mella se desarrolla política y profesionalmente de 1822 a 1843 durante
los años que el presidente haitiano Jean Pierre Boyer dominaba el territorio de
la parte española de la isla.
Hizo el servicio
militar con el que adquirió notoriedad entre sus compañeros y superiores por su
seriedad, carácter responsable y por su valor personal.
Mella no fue uno de
los fundadores de la Sociedad Secreta La
Trinitaria pero entre los años 1838 y 1843 se convirtió en uno de los adeptos
más eficaces de esta célula política que buscaba la separación de las
comunidades dominicana y haitiana para luego crear un Estado independiente de
toda influencia extranjera bajo el nombre de República Dominicana. Esto le
mereció la plena confianza de Juan Pablo Duarte.
En enero de 1844
Mella ayudó a Sánchez, jefe del Movimiento independentista por la ausencia de
Duarte, a redactar el Acta de Independencia y, a sugerencia suya, se le llevó a
Tomás Bobadilla para su revisión.
La noche del 27 de
febrero de 1844 es de los primeros en llegar a la Puerta de la Misericordia,
exhortando en el lugar a unos pocos temerosos a no abandonar el lugar y, audaz
e impulsivo, Mella disparó su famoso trabucazo en la Puerta de la Misericordia,
partiendo desde allí hacia la Puerta del Conde, donde es proclamada la
República e izada la Bandera Dominicana.
Luego de proclamada
la República, Mella forma parte de su primera Junta Central Gubernativa.
Para los primeros
días de marzo de 1844 parte hacia el Cibao como Gobernador del Distrito de
Santiago y Delegado de la Junta Central Gubernativa, pero en realidad era el
jefe político y militar de la región más importante del país.
Entre 1849 y 1861
ocupó importantes cargos civiles y militares entre los que se encuentran
comandante de Armas, Ministro de la Guerra, Gobernador, Ministro
Plenipotenciario y Enviado Extraordinario en Misión Especial frente al Gobierno
español, para gestionar el reconocimiento de la República o del Protectorado.
En julio de 1856 se
le encomendó preparar un proyecto de ley para organizar el Ejército. Ya se le
tenía y respetaba como un entendido en asuntos militares.
Restos de los padres de la patria. Altar de la Patria, donde reposan los
restos de Matías Ramón Mella junto a Duarte y Sánchez. Mella se
desempeñaba como vicepresidente de la República Dominicana cuando, en
pleno Grito de Capotillo, enfermó de disentería. En las cercanías de su
muerte pidió que sus restos fueran envueltos en la Bandera Nacional y pronunció
estas palabras: “Aún hay patria, viva la República Dominicana”.
Murió el 4 de junio de 1864, en extrema pobreza, en una pequeña casa
cercana a la Fortaleza San Luis, en Santiago; siendo enterrado cubierto por
la bandera dominicana como fuera su deseo. Sus restos se encuentran,
junto a los de Duarte y Sánchez, en el Altar de la Patria.
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