Cómo establecer el precio adecuado de tu producto o servicio
¿Qué característica de tu producto es la que
piden los compradores? ¿Cuál herramienta de venta es la que tiene mejor
rendimiento? ¿Cuáles características son las
que te diferencian inmediatamente de tus competidores? Adivinaste, es
el precio.
Sorprende
el poco tiempo que los
negocios emplean en establecer sus precios. Estos son algunos consejos
para establecer el precio correcto.
El
precio es una promesa
Digamos que estás en un supermercado y te
encuentras ante dos marcas de cereal. Una es una muy conocida marca que viene
en una caja de 180 gramos, contiene un juguete y cuesta $500.00. La otra es una
marca de la tienda, empacada en una bolsa que no es resellable de 200 gramos y
se vende por $300.00. ¿Cuál comprarías?
Si basas tu decisión de compra solamente
en el precio, elegirías la que cuesta $300.00. Pero en el precio hay mucho más
que sólo eso. Hay promesas involucradas. En este ejemplo, la marca de $500.00
te promete la más alta calidad de ingredientes y sabor, y juguete extra que
puede mantener ocupado a tu hijo mientras ves la televisión, además la
conveniencia de un paquete resellable.
Aunque
este ejemplo se trata de cereal, decisiones similares son tomadas por los
compradores en tu mercado. Cada vez que un comprador elige un
producto, comparan el precio con lo que prometen. Así que, como el encargado de
marketing del negocio, es tu trabajo comprender cuál es el precio y la promesa
de tu servicio.
Determina
tus promesas de precios
A medida que fijas tus precios o
consideras subirlos, ten claro todos los factores de valor que se incluyen en
el precio. ¿Cuáles atributos de tu producto valen ser destacados? A
continuación hay algunos ejemplos de factores de valor que se incluyen en el
precio de un producto o servicio:
Para
un producto:
·
Calidad de las materias
primas
·
El desempeño del producto
terminado
·
Empaque
·
Entrega a tiempo
·
Servicio post venta
Para
un servicio:
·
El nivel de experiencia del
proveedor del servicio
·
Impacto de lo entregado
·
Apariencia del proveedor del
servicio
·
Tiempo de respuesta a emails
y llamados
·
Habilidad para cumplir las
fechas limite
Métodos
para establecer el precio
Usa
varios métodos para llegar a tu precio
Uno de
los mayores errores que cometen los dueños de empresas pequeñas es usar sólo un
método para calcular sus precios. Pero, ¿Qué pasa si sus cálculos
están equivocados? Te quedas con un mal precio. Lo mejor sería usar varios
métodos distintos para calcularlo.
Método
1: Usando el costo para determinar el precio de venta
El primer método tiene en cuenta tus
costos, el beneficio esperado y los suma para obtener el precio.
Para descubrir los costos totales de tu
negocio debes tener en cuenta dos tipos: Costos directos e indirectos. Los
costos directos son aquellos en los que incurres cuando entregas tu servicio y
generalmente incluyen la mano de obra y los materiales. Por ejemplo, si tienes
una empresa que vende camisetas, tus costos directos podrían incluir el trabajo
del personal de la tienda, las camisetas en blanco que compras al proveedor,
los dibujos que pegas en las camisetas y todo el equipamiento que utilizas para
aplicar los dibujos.
Los costos indirectos son todos los costos
que no se incluyen en los directos e incluyen cosas como la renta, seguros,
cuentas telefónicas y artículos de oficina. Estos costos indirectos cubren todo
lo que necesitas para mantener tu negocio funcionando todos los días, logres
ventas o no.
Después de haber identificado todos tus
costos directos e indirectos, súmalos. Como ejemplo, digamos que suman $10.000
anuales. Ahora digamos que estimas que puedes vender 2.000 camisetas en un año.
Dividiendo los $10.000 de gastos por las 2.000 camisetas, terminas con un
precio de $5.00 por cada una. Este precio de equilibrio es el menor precio que
puedes cobrar y seguir cubriendo todos tus costos.
El próximo paso es preguntarte cuánto
dinero quieres ganar. Digamos que te gustaría tener $20.000 para vivir durante
el año. Esto es tu ganancia. Ahora toma los $20.000 y divídelos por las 2.000
camisetas que esperas vender y obtendrás un precio de $10.00 por cada una.
Añade esto a los $5.00 de costo de cada camiseta y el precio individual que
deberías cobrar es de $15.00.
Método
2: Precio competitivo
Después de haber establecido tu precio en
base al costo, vas querer compararlo al precio de mercado, Estos son los
precios a los que tus competidores están vendiendo y son un factor clave para
determinar tu propio precio.
Encontrar información de tu competencia no
es tan difícil. Sólo se requiere buscar un poco. Si yo fuera el dueño de una
tienda de camisetas como la del ejemplo, visitaría otras 5 tiendas iguales y
preguntaría por los precios. Entonces me preguntaría ¿Ofrecen la misma calidad
de camisetas que yo? Si sus precios son más altos, ¿Que más están ofreciendo
que lo justifique? Si sus precios son más bajos, ¿Es su producto o servicio de
una calidad menor? Este tipo de vigilancia de la competencia es crucial cuando
se determinan los precios.
Ahora, ¿Qué pasa cuando estas en el
mercado del Business-to-Business (B2B) o vendiendo un servicio? Estas son
algunas fuentes comunes de información de precios competitivos:
Tus
clientes preferidos que te pueden mostrar los precios de otros competidores
Asociaciones que podrían monitorear los precios
Entrevistar a candidatos para trabajar en tu empresa que provengan de la competencia
Asociaciones que podrían monitorear los precios
Entrevistar a candidatos para trabajar en tu empresa que provengan de la competencia
Método
3: Estableciendo el precio en base a la posición
Ahora, deja a un lado la calculadora y
hazte esta pregunta: ¿Cómo quiero que me perciban en el mercado? Esta es una
importante pregunta porque tu precio posiciona tu servicio o producto en
la mente de tus prospectos. ¿Qué significa esto? Piensa en Porsche. Ahora piensa
en Kia. Precios totalmente diferentes y percepciones totalmente diferentes.
Si quieres que tu servicio se posiciones
en un segmento alto (como Porsche) elegirás un precio que apunte hacia el rango
más alto de precios en tu mercado. Si por otro lado, tu servicio está dirigido
al común de la gente, sacrificando características adicionales y detalles, tu
precio será menor. En cuanto a esto, podemos encontrar tres rangos principales:
·
Precio Premium (El tercio
más caro de tu mercado)
·
Precio Medio (El tercio del
centro de tu mercado)
·
Precio bajo (El tercio más
barato de tu mercado)
Dependiendo del nivel que utilices,
establecerás el precio de tu producto o servicio en ese nivel.
Errores
al establecer los precios y como evitarlos
La
peor decisión que puedes tomar
Cuando piensas u oyes a alguien en tu
industria decir “Necesitamos el trabajo. Por ahora estableceremos precios
realmente bajos. Luego, a medida que ganemos más negocios, los aumentaremos”.
Este es uno de los peores errores de marketing que puedes cometer. ¿Por qué?
Porque lucharás desde el principio sólo para cubrir tus costos. E incluso si es
que no tienes margen de ganancia, te sentirás mal por trabajar tan duro por tan
poco.
También posicionaras a tu empresa como de
menor calidad versus la mayoría de tus competidores, sea verdad o no. Evita
esta situación a toda costa y establece el precio adecuado desde el principio.
¿Por qué es mejor errar en el lado de los
precios más altos?
Si estas
considerando dos precios pero no estás seguro de cuál es el correcto, elige el
más alto. Esto te posicionará como de mejor calidad y asegurará ingresos
adecuados. Y de encontrar resistencia a este precio, puedes descontar hasta
llegar a un precio aceptable. La alternativa es elegir un precio demasiado bajo
que no deja espacio a la negociación o a los beneficios.
La segunda peor decisión que puedes hacer
La segunda peor decisión que puedes hacer
¿Has escuchado alguna vez a un
representante de ventas decir: “Ok, si bajo mi precio a X cantidad, lo
comprarás? El problema con bajar el precio de esta manera es que comunica que
tu precio está sobre inflado. Y si el comprador percibe esto, se sentirá
obligado a negociar hasta descubrir cuál es tu precio verdadero.
En vez de eso, es mucho mejor igualar
cualquier descuento en el precio con una reducción igual en los servicios o el
producto ofrecido. Así que por ejemplo podrías decir; Ok, puedo reducir mi
precio a X por cada unidad reduciendo nuestra garantía de 7 a 5 años”. De esta
manera muestras flexibilidad para cumplir las necesidades de tu comprador
manteniendo la integridad de tu precio.
Comprométete con tu estrategia de precios
Una vez
que has finalizado tu estrategia de precios, escríbela. Esto te compromete a un
plan de acción y te da algo a lo que recurrir cuando planees nuevamente el
próximo año.
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